El contar con un LMS (Learning Management System) es importante. Sin embargo, este es sólo el comienzo y apenas uno de los componentes que intervienen en un proceso de formación virtual.
Una plataforma y un sistema de gestión de aprendizaje (en inglés LMS que significa Learning Management System), son lo mismo. Los dos corresponden a la infraestructura tecnológica necesaria en la que se alojan los contenidos (Objetos Virtuales de Aprendizaje VLO) y recursos educativos, entre otros), para que los usuarios accedan a ellos y desde donde el docente o tutor puede orientar y hacer el seguimiento del proceso de formación.
Si bien esta infraestructura es de gran importancia, no es suficiente, dado que los contenidos existentes, que todos conocemos del mundo presencial, necesitan un tratamiento especial y una transformación para ser adaptados al nuevo entorno virtual. Los contenidos deben ser didácticos, atractivos y lúdicos pero, además, estar diseñados para que los usuarios accedan a la información a través de todo tipo de dispositivos, en el momento que lo deseen y desde cualquier lugar.
El escenario para presentar los contenidos y para interactuar cambia; es por esto que la interacción también debe diseñarse, lo que implica pensar en cómo realizar la experiencia de aprendizaje que es a distancia y que hace indispensable construir rutas de interacción efectivas y funcionales que aseguren la apropiación del contenido.
Uno de los desafíos de la educación virtual es asegurarse de que exista una comunicación efectiva, ahora mediada por la tecnología. Es por ello que el mensaje debe ser construido desde el área de conocimiento, con el apoyo de expertos en gramática y corrección de estilo, de tal suerte que el mensaje sea preciso, claro y cálido; tres características fundamentales para un proceso de formación virtual exitoso.
El que se hable de virtualidad, cada vez con mas frecuencia, no hace que los usuarios que vienen del mundo presencial sean, de la noche a la mañana, expertos, autónomos y naveguen con soltura y propiedad por los Objetos Virtuales de Aprendizaje (OVA). De esta manera, el acompañamiento y la orientación que ofrece el profesor experto, es un factor crucial y diferenciador cuando se habla de calidad en los procesos de formación. En consecuencia, también es necesario diseñar actividades en tiempo real (on-line) y actividades independientes (off-line) con su respectiva retroalimentación.
Sí, los recursos educativos abiertos (REA)como videos, podcast, pdf, infografías, entre otros, son el vehículo para presentar los contenidos de manera pertinente, didáctica y lúdica. Pueden ser parte de un Objeto Virtual de Aprendizaje (OVA), o pueden ser independientes del OVA. En cualquiera de los casos, los recursos educativos también hay que diseñarlos porque juegan un papel fundamental en el plano de la comprensión, participación y construcción del conocimiento. Cada uno de ellos posee un lenguaje (escrito, visual, sonoro, audiovisual) y una gramática que se entrecruza con las necesidades pedagógicas; por tanto, es imperativo diseñar recursos educativos flexibles y reutilizables que claramente impactan en la apropiación del contenido y la rentabilidad de cualquier proyecto.
Ahora bien, no es necesario producir todos los recursos educativos pues hay cientos de ellos libres de derechos de autor. Entonces, el desafío es aprovechar ese contenido existente y someterlo a procesos de actualización, transformación y readaptación para solucionar una necesidad pedagógica en las experiencias de formación. Igualmente, esto reduce costos, esfuerzo y tiempo.
Sin duda, hay más razones para afirmar que un LMS no es suficiente. Aquí solamente se presentan las estructurales con el objetivo de invitarlos a informarse acerca del tema y consultar con expertos en diseño y producción de contenidos para la modalidad virtual.